Lo más probable es que muchos conozcáis el nombre de Stephen Hawking, científico responsable de las teorías más importantes sobre los agujeros negros y la mecánica cuántica, sin embargo pocos deben conocer la enfermedad que padece, la Esclerosis Lateral Amiotrófica.
En este artículo no vamos a enfocarlo hacía el científico mencionado, si no a la enfermedad que padece, y sobre un estudio sobre el Cannabidiol (CBD) y esta enfermedad.
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médica espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios.
La causa de la enfermedad es desconocida en la mayoría de los casos, teniendo solo instancia de que cada 1 de 10 casos se debe a un defecto genético, afectando a 5 de cada 100,000 personas en todo el mundo según datos de Medlineplus.
Esta enfermedad no afecta a los sentidos, sino a los músculos, provocando debilidad muscular, afectando este a la coordinación de los movimientos y a la realización de actividades rutinarias más básicas como caminar, respirar, hablar, etc.
Esta es una de esas enfermedades en donde el diagnóstico es complicado ya que no existe ninguna prueba para su diagnóstico definitivo, pero los principales síntomas sirven de indicadores para el diagnóstico de esta enfermedad, aunque tampoco es totalmente fiable, dado que estos mismos síntomas se presentan en pacientes de otras enfermedades.
Al igual que el Síndrome de Tourette y otras enfermedades crónicas, la ELA no tiene cura por el momento, sin embargo, la Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado el primer tratamiento de medicamentos para la enfermedad conocido como riluzole (Rilutek) para disminuir el avance de la enfermedad, aunque sin poder revertir el daño ya hecho a las neuronas motoras.
Aparte del tratamiento mencionado, existen diferentes tratamientos destinados a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se recomienda que estos cuidados o tratamientos sean otorgados por equipos profesionales, como médicos, farmacéuticos, terapeutas físicos, etc. los cuales puedan proporcionar un plan y atención individualizado a los pacientes.
Según el National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NIH), los medicamentos pueden ayudar a reducir la fatiga, los calambres musculares, controlar la espasticidad, reducir el exceso de saliva y flema, contrarrestar el dolor, la depresión y problemas de sueño. La terapia física y los equipos especiales en cambio, pueden mejorar la independencia y seguridad de los pacientes.
¿Son estas las únicas alternativas que hay?
El cannabis tiene propiedades inmunomoduladoras (capacidad de regular las funciones inmunes), y efectos sobre la excitotoxicidad (proceso por el cual las neuronas se dañan), los cuales sugieren que las propiedades de esta planta podrían tener un papel modificador de la enfermedad, así lo declaró Jacob Kaufman, el 29 de abril de 2014 en un estudio titulado “Uso de Medicinal de la marihuana y valor terapéutico percibido en pacientes con ELA (P3. 014) “, publicado en Neurology.
Esta conclusión proviene de una encuesta anónima realizada en el 2014, a 102 pacientes que asistieron al Centro Penn ALS, desde junio de 2013 hasta Abril de 2014.
De las encuestas realizadas, se obtuvo la siguiente información:
El estudio concluyó con que el Cannabis medicinal tiene un efecto positivo para el tratamiento de la ELA, consiguiendo estimular el apetito, aliviar la ansiedad y depresión, proporcionando relajación muscular y ayudando a los pacientes a conciliar el sueño.
Aún son necesarias más investigaciones sobre la enfermedad de ELA, pero gracias a iniciativas como el #IceBucketChallenge, cuya recaudación pudo financiar la investigación y posterior descubrimiento de un gen vinculado al desarrollo de la enfermedad, hasta ese entonces, desconocido, cada vez hay más esperanzas para el descubrimiento de una cura.
Administration Sativida
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