En un artículo de El País publicado recientemente en el que hablan con Manuel Guzmán, director de un grupo de investigación sobre cannabinoides en la Universidad Complutense de Madrid, este comenta que se está viviendo un boom en la investigación de cannabinoides sobretodo debido a experiencias personales de pacientes o familiares que han usado la marihuana para aliviar sus síntomas.
Entre las muchas posibles aplicaciones del CBD, se está investigando su uso para reducir el número de ataques epilépticos en niños con síndrome de Dravet. Su efectividad ya se está probando en ensayos clínicos.
El Síndrome de Dravet, también conocido como Epilepsia Mioclónica Severa de la Infancia (SMEI), se incluye dentro del apartado de ‘Epilepsias y síndromes indeterminados respecto a la localización con crisis generalizadas y focales’ desde 1989 por la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE). El Síndrome de Dravet es una enfermedad de origen genético y se encuadra dentro de la familia patológica de las canalopatías, ya que aproximadamente el 75% de los pacientes afectados presenta una mutación en el gen SCN1A.
La edad de aparición de la enfermedad se sitúa entre los 4 y 12 meses de vida, caracterizándose por convulsiones clónicas o tónico-clónicas generalizadas o unilaterales de duración prolongada tanto en un contexo febril como en ocasiones en ausencia de fiebre. En edades más avanzadas, es frecuente la aparición de otro tipo de crisis, como mioclonías, ausencias atípicas y parciales complejas, el retraso cognitivo se hace más evidente así como la aparición de otros signos neurológicos (ataxia) y alteraciones graves de la conducta.
Esta enfermedad es una de las variantes más severas de las canalopatías descritas hasta la fecha. Las convulsiones febriles, variantes benignas de la enfermedad, también forman parte de esta familia.
En epilepsiamadrid.com nos hablan de los resultados de un estudio publicado por Devinsky et al. en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine. Un ensayo doble ciego y controlado con placebo, realizado en 23 centros en EEUU y Europa que incluyó a 120 niños y adultos jóvenes (entre 2,5 y 18 años) con síndrome de Dravet.
El estudio muestra una reducción significativamente mayor en la frecuencia de las convulsiones entre los pacientes que recibieron cannabidiol que entre los que recibieron placebo, y la tasa libre de estas crisis fue del 5% con el fármaco activo en comparación con el 0% con placebo. Otros cuatro pacientes quedaron libres de crisis durante el período de mantenimiento, pero tres de ellos se retiraron prematuramente del ensayo. Los hallazgos en este ensayo sugieren que la reducción en la frecuencia de crisis convulsivas fue significativa según lo evaluaron los cuidadores. La ausencia de una reducción significativa de la frecuencia de crisis no convulsivas sugiere que el efecto anti-crisis del cannabidiol puede ser específico de convulsiones en el síndrome de Dravet o que la frecuencia de crisis no convulsivas no puede ser determinada con fiabilidad en estos niños.
En conclusión, este estudio marca el comienzo de la recopilación de evidencia sólida para el uso de cannabinoides en la epilepsia. Como todos estos ensayos, requiere ser reproducido en nuevos estudios. Ensayos futuros deberán responder a otras preguntas sobre la aplicabilidad de los canabinoides a otros síndromes de la epilepsia infantil y al tratamiento en adultos.
Administration Sativida
Autor