Los efectos del Cannabidiol o “CBD” son varios y varían de acuerdo a factores tales como la dosis, la forma de administración, la frecuencia, la condición preexistente e incluso que tipo de dieta lo acompaña.
Entre ellos, los efectos más destacables son aquellos ansiolíticos, relajante muscular, analgesico y antiinflamatorio. Por estas razones, su poder terapéutico está siendo ampliamente investigado.
El CBD no tiene efecto psicoactivo alguno, sin embargo genera una placentera sensación de calma y bienestar que ayuda a despejar la mente.
Este cannabinoide junto con otros presentes en la planta de cannabis, generan un efecto en nuestro cuerpo y en nuestro sistema endocannabinoide (el que facilita una multitud de procesos fisiológicos, como la regulación de la percepción del dolor, las funciones cardiovasculares, gastrointestinales y del hígado).
Actualmente existe amplia evidencia científica concluyente sobre las propiedades terapéuticas del cannabis, que permiten afirmar su uso para paliar síntomas de dolor crónico, espasticidad en la esclerosis múltiple, mejora los problemas de insomnio, ayuda en el tratamiento de convulsiones en casos de epilepsia refractaria y tiene potencial antiemetico que disminuye los efectos secundarios de la quimioterapia.
Si padeces una enfermedad crónica, te dará alivio y posiblemente podrás manejar mejor el dolor y los síntomas, es decir que mejorará tu calidad de vida.
Si no tienes ninguna condición, será un gran aliado para mantenerte saludable ya que también es un potente antioxidante que previene los daños por radicales libres y los estudios indican que tiene el potencial de promover la neurogénesis.
El consumo de cannabis a través del cigarrillo es una opción poco aconsejable, se pierden bastantes cannabinoides, y se inhalan muchos productos de combustión dañinos para la salud.
Los efectos del aceite al consumirlo de forma sublingual suelen tardar entre 10-30 minutos y duran aproximadamente 6-8 hs. Usualmente, un usuario experimenta los mayores beneficios al sexto/septimo dia de uso continuado, es decir una vez que cierta cantidad de cannabinoides se han acumulado en el organismo.
Lo recomendado es comenzar con una dosis baja de CBD, repetir durante varios días observando los efectos y subir progresivamente si fuese necesario. Mantener un registro de cómo te vas sintiendo es sumamente importante ya que podrás identificar qué efectos notas con cada dosis y será muy útil como referencia para valorar la mejoría de tus síntomas y hacer un ajuste de dosis si fuese necesario.
Puedes Observar y Registrar
Algunas preguntas que pueden ayudarte a realizar una autoevaluación antes y después de consumir CBD son:
Por último, te recordamos que el cannabis no es tóxico, sin embargo puede tener algunos efectos adversos si la dosis no es la apropiada y es excesivamente elevada. Estos incluyen: sequedad en la boca, posible mareo, sed e hipotensión ya que el CBD puede bajar la tensión de forma natural.
Siempre es recomendable que le consulte a su médico tratante sobre la intención de comenzar con el CBD y que no suspenda ninguna medicación actual de forma repentina.
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