¡Ay, los años 90, como los añoramos! Fue una época dorada para muchos de nosotros, repleta de colorines, avances tecnológicos, y compuesta por una cultura pop que sin duda nos dejó huella para siempre.
Todos los que crecimos en esa década recordamos con mucho cariño algunos de los objetos que marcaron nuestra infancia ¿verdad? Y aunque ahora vivamos en una época digital llena de smartphones y “tablets”, lo cierto es que hay cosas que, al verlas, te hacen viajar en el tiempo y recordar esos días en los que tu mayor preocupación era no perderte tu serie favorita después del colegio.
Si tú también sientes nostalgia y quieres recordar todo sobre esa maravillosa época no puedes perderte este artículo en el que mencionamos 10 de los objetos más icónicos de la infancia en la época de los 90.
¡Te encantará!
- El “Tamagotchi”, tu primera responsabilidad digital.
Empezamos con un gran clásico de los 90 ¡el Tamagotchi!
Este pequeño juguete en forma de huevo (dado que su nombre está compuesto por la palabra japonesa “-tamago” que significa huevo) fue, para muchos de nosotros, nuestra primera mascota digital. Y es que, a pesar de que la idea de cuidar a un animalito virtual hoy pueda parecerte simple, lo cierto es que en su momento ¡era toda una responsabilidad!
¡Tenías que alimentarlo, jugar con él y, por supuesto, limpiarle sus propios excrementos para que no se pusiera malo!
Lo llevabas contigo a todas partes, y si lo olvidabas en casa o no podías atenderlo en clase, corrías el riesgo de que muriera. ¡Qué estrés más real, como un bebé de verdad!
Lo mejor es que con el paso del tiempo, si eras buena mamá o papá, podías ver como crecía y se “iba de casa”; era mágico.
Más adelante, este juguete se modernizó y sacaron juguetes parecidos como la famosa “Pixel Chix” y otros modelos más actuales de “Tamagotchi”. Hoy día, sigue a la venta ¡así que puedes seguir cuidándolo!
- Los relojes y calculadoras CASIO.
Si hablamos de los 90, es imposible no mencionar los míticos relojes y calculadoras CASIO. Y es que el éxito de estos objetos habla por sí solo: no solo eran prácticos ¡sino que también eran símbolo de estatus en el patio del colegio! ¿Quién no se sentía el más guay de clase llevando un CASIO en la muñeca?
Además, estos relojes siempre han destacado por su durabilidad, diseño y, por supuesto, por su capacidad para hacer mucho más que solo dar la hora.
El sonido de los CASIO es toda una experiencia nostálgica ¡a todos nos encantaban!
Por si fuera poco, algunos modelos tenían calculadora, lo que te ayudaba a resolver problemas de matemáticas en un santiamén (o hacer trampa en clase, no nos engañemos). Entre todos los modelos también destacan aquellos que eran resistentes al agua, los que tenían cronómetro y los que tenían luz de neón ¡había de todo!
Y no nos olvidemos de las calculadoras CASIO de mano; eran una herramienta esencial para cualquier cosa ¡y además eran bonitas!
Afortunadamente y tal como nos muestra Joyería Lorena, aun podemos adquirir estos relojes en muchas tiendas, así que si, tanto si te quedaste con ganas de tener uno, como si simplemente quieres volver a disfrutarlo, recuerda que aún siguen disponibles ¡Es una gran suerte!
- Los tazos.
Los tazos fueron sin duda, una de las mayores obsesiones de la infancia en los 90. Estos pequeños discos de plástico se convirtieron en una moneda de cambio en el recreo: los había de todo tipo, desde los clásicos con personajes de los “Looney Tunes”, hasta los Pokémon ¡qué recuerdos!
El objetivo era simple: acumular tantos como pudieras y ganar los de tus amigos en intensas partidas.
Además, lo mejor de estos objetos es que no solo eran coleccionables, sino que también eran parte de un juego estratégico; te incitaba a plantearte retos complicados como el de intentar ganar un tazo ajeno lanzando el tuyo contra él. Y es que, la técnica de lanzamiento era fundamental, y si eras bueno, podías hacerte con una colección envidiable. Había versiones especiales, ediciones limitadas y, por supuesto, los tazos «prohibidos» que todos querían.
- Las “Polly Pocket”.
Si eras una niña en los 90 (o conocías a alguna), seguro que recuerdas las “Polly Pocket”.
¡Estas pequeñas muñecas y sus diminutos mundos eran pura magia en miniatura! Cada set de “Polly Pocket” venía en un estuche compacto que se abría para revelar un escenario único lleno de detalles: había casas, granjas, parques de atracciones ¡hasta castillos! La gracia estaba en lo pequeñas que eran estas muñecas y en cómo podías llevar todo un mundo de juego en tu bolsillo.
¿Recuerdas lo emocionante que era abrir una nueva “Polly Pocket” ¡nosotros sí! Y deben ser muchas más personas en todo el mundo, ya que actualmente incluso existe una casa de Airbnb de “Polly pocket”.
- El Walkman.
Antes de Spotify, del iPod, de los smartphones y de todo lo que conocemos hoy día, existía el Walkman. Este aparato portátil revolucionó la manera en que escuchábamos música. Bastaba con meter una cinta de casete, ponerte los auriculares y… ¡listo! Te sumergías en tu mundo musical, lejos del bullicio exterior.
Por si fuera poco, el Walkman servía para muchas más cosas: podías grabar canciones, o crear tus propias mezclas de canciones desde la radio o tus CD para luego disfrutar de ellas en cualquier lugar. ¿qué hay más noventero que andar por la calle con tu Walkman, escuchando el último éxito de tu grupo favorito?
Además, gracias a este increíble dispositivo las personas de los 90 nos hemos grabado a fuego una técnica que nos ayudaba a rebobinar las cintas: meter un boli en la ruedecita para poner la cinta desde el principio ¡todos lo hacíamos!
- El “Furby”.
Otro juguete que causó furor en los 90 fue el “Furby”. Este peludo y parlante robotito conquistó los corazones de muchos niños (¡y aterrorizó a otros!). Los “Furbys” eran interactivos, reaccionaban a la luz, al sonido, e incluso «aprendían» a hablar a medida que pasaba el tiempo: sin duda, con el tiempo se convirtieron en un fenómeno mundial y en uno de los juguetes más vendidos de la década.
Como anécdota tenemos que destacar que a pesar de que algunos niños los adoraban y se pasaban horas cuidándoles y enseñándoles a hablar, lo cierto es que muchos otros los encontraban un poco inquietantes, especialmente cuando empezaban a hablar en medio de la noche.
Sea como sea, el “Furby” es uno de esos objetos que, al verlo, te hace recordar automáticamente los días de jugar con juguetes avanzados e interactivos y el entusiasmo por tener una «mascota» robótica.
- Las zapatillas con luces.
Pisar el suelo y ver cómo tus zapatos se iluminan con luces de colores… ¡qué sensación! Las zapatillas con luces fueron un auténtico boom en los 90. Eran el calzado definitivo para cualquier niño que quisiera destacar en el recreo. Con cada paso, las luces parpadeaban, haciendo que cada caminata se convirtiera en una auténtica fiesta ¡cuantas más luces y colores, mejor!
Y si además podías hacer trucos como saltar o correr para que las luces se activaran en pleno movimiento, ¡eras el rey o la reina del recreo! Hoy día podemos notar que las zapatillas con luces han vuelto, pero ya no es como antes: la originalidad reside en los maravillosos años 90, y eso no lo puede negar nadie.
- Las revistas juveniles.
Antes de que Internet dominara nuestras vidas, las revistas juveniles eran la principal fuente de información y entretenimiento para los adolescentes. Revistas como la «Super Pop» y «Bravo», entre otras, eran la Biblia para cualquier adolescente de los 90. En sus páginas encontrabas desde posters de tus ídolos hasta consejos de moda, test de personalidad, y, por supuesto, los famosos horóscopos.
Cada vez que salía un nuevo número, corrías al quiosco más cercano para hacerte con tu copia. ¿Recuerdas esos días de recortar posters y pegarlos en tu habitación? O aquellos test que te revelaban si a la persona que te gustaba también le gustabas tú ¡Qué tiempos!
Aunque hoy día todo esto está a un clic de distancia, nada supera la emoción de pasar las páginas de una revista llena de sorpresas.
- La “Game Boy”.
¿Quién no recuerda la mini consola “Game Boy”? La consola portátil de Nintendo que, sin duda, fue el compañero inseparable de muchos niños en los 90. Con su pantalla monocromática y esos píxeles enormes, la “Game Boy” nos brindaba horas y horas de diversión, con juegos como el Tetris, el Super Mario y el Pokémon.
Podías llevarlo contigo a todas partes: al coche, al parque, a casa de tus abuelos… ¡Cualquier lugar era bueno para una partida rápida! Además, la “Game Boy” fue la precursora de muchas consolas portátiles que vinieron después, aunque siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones por ser el primero en llevarnos a mundos increíbles en la palma de nuestra mano.
- Los álbumes de cromos.
Para terminar, un objeto que no podía faltar en esta lista son los álbumes de cromos. Eran el centro de la vida social de cualquier niño en los 90, y coronaban todo tipo de temas: series de televisión, películas, dibujos animados, deportes ¡había un álbum para cada gusto! Pero sin duda, el verdadero reto era completar la colección.
Cada sobre que comprabas contenía cromos que pegabas cuidadosamente en el álbum. Y si tenías suerte, podías encontrar el cromo exclusivo o el más difícil de todos.
Las horas que pasábamos intercambiando cromos con amigos, negociando por ese cromo que tanto necesitábamos… ¡Qué nostalgia! Completar un álbum era todo un logro, y si lo conseguías, te sentías en la cima del mundo.