El vino está reconocido como ‘alimento’ por la legislación española, porque esta bebida es capaz de aportar a nuestro organismo una serie de vitaminas y minerales.
Debes saber que dos copas de vino al día reducen en un 40% el riesgo a sufrir catarros y resfriados.
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard descubrió que esta bebida alarga la vida gracias a la acción de compuestos sintetizados por las levaduras durante el proceso de su elaboración.
«Uno de los beneficios más destacados del vino tinto es su impacto positivo en la salud cardiovascular. Esto se debe principalmente a sus propiedades antiinflamatorias y a la presencia de compuestos beneficiosos como el resveratrol», informa la revista Vinetur.
Las personas que quieren perder peso pueden consumir una copa de vino tinto, porque activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa.
Ayuda a reducir el sobrepeso pero en dosis moderada, porque una copa de esta bebida tan sólo aporta al organismo un total de 80 calorías.
Los expertos aconsejan el consumo moderado de alcohol, incluso para quienes intentan cuidar la línea. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja un vaso de alcohol en mujeres y dos en hombres.
«Para calcular la ingesta de alcohol, nos debemos fijar en la etiqueta y observar el volumen o el porcentaje de alcohol que lleva. El vino tinto suele estar sobre los 13-14 grados y la cerveza alrededor de 5», explica el doctor Agustí Molins, especialista en Nutrición y Dietética.
Son muchos los factores que influyen a la hora de apreciar mejor las propiedades de este producto.
Entre ellos, hoy vamos a centrarnos en la copa, ya que la elección puede modificar nuestra percepción sobre la bebida.
Nos hemos acercado a la empresa Giona Premium Glas, especializada en la fabricación de copas, para que nos cuente algunos consejos sobre las copas:
Tamaño de la copa
Dependiendo del tipo de vino se utilizará una copa u otra. Si quieres beber vino tinto, lo mejor es que la copa sea de gran volumen para que éste se oxigene bien y pueda airearse.
Para el vino blanco, puedes escoger copas más pequeñas y delgadas, porque deben mantener la temperatura. Ya sabemos que el vino blanco debe servirse más fresco para percibir mejor el sabor.
No debes llenar la copa hasta arriba, porque no es aconsejable superar un tercio de la capacidad de la copa, para poder mover el vino con libertad.
Material y grosor
Escoge una copa de cristal fino con un grosor de menos de un milímetro. Es importante que la copa esté fabricada en materiales de buena calidad para que pueda resistir cambios de temperatura. El cristal no altera el sabor del vino y permite apreciar su color.
Forma
El fondo de la copa debe ser ancho y más cerrado arriba, para permitir un mejor olfateo de aromas. De este modo el vino libera sus propiedades, pero sin que se volatilicen rápidamente.
Color
Debes escoger copas lisas (sin dibujos), transparentes e incoloras para poder apreciar el tono del vino. No puede tener tallados, surcos, rayones, serigrafías o burbujas.
Limpieza
Es importante limpiar las copas con agua tibia y dejarlas escurrir boca abajo. Evita el lavavajillas para lavarlas, pero si lo utilizas baja la temperatura del agua y comprueba que no haya marcas en el cristal.
Después, se guardarán en un sitio seco para que no coja olores. No utilices esponjas metálicas y seca las copas con un trapo de tela seco o papel de cocina.
La copa no puede desprender aromas a los detergentes perfumados de limpieza que se haya utilizado.
Además, no debes utilizar las copas húmedas para servir vino, por lo que debes secarlas para no afectar al sabor.
Tallo
Las copas han de cogerse siempre por el tallo, pero no debes sostener las copas por la parte superior. Esto es un error porque de esta forma lo único que conseguirás es calentar el vino.
¿Cuáles son las partes de una copa de vino?
Las partes de una copa de vino son las siguientes:
–Base o pie: Es la parte de soporte o apoyo.
–Tallo o fuste: Es la parte intermedia alargada y sirve para sujetar la copa con la mano sin tocar el cáliz.
–Cuerpo o cáliz: Es la parte intermedia de mayor tamaño y sirve para contener el vino.
–Boca o reborde: Es la parte que entra en contacto con la boca para poder beber el vino.
¡Gracias a estos consejos puedes elegir la mejor copa de vino!