El mundo moderno está muy bien para muchas cosas, nadie puede negarlo. Tenemos más ocio que nunca, disponemos de mejores canales de comunicación y, por tanto, hay muchas menos opciones para el aburrimiento que en ningún otro momento anterior. Podemos estar permanentemente enganchados a las redes sociales y consumir su contenido prácticamente de manera continuada. Y eso hace que tengamos muchas opciones para disfrutar de nuestro tiempo libre. Pero hay que tener en cuenta que en las redes sociales tenemos también que asumir un peligro, de lo que se está hablando mucho en los tiempos que corren: las fake news, la información falsa, que es más grande que nunca.
Hay muchas cosas en las que las fake news prácticamente no tienen efecto sobre nuestra vida. Que un famoso esté liado con alguna chica o viceversa y sea verdad o no nos tiene que dar exactamente lo mismo. Podemos decir lo mismo, por ejemplo, de los rumores sobre fichajes que rodean al mundo del deporte y especialmente al del fútbol. La mayoría son noticias interesadas que surgen porque se ha producido un filtro falso de información que han metido los agentes de los jugadores que se encuentran involucrados en la operación. Pero hay cosas en las que sí, en las que las fake news pueden causar un roto tremendo en nuestra vida.
Vamos a poner algunos ejemplos en lo que tiene que ver con fake news que son especialmente dolorosas para nuestra existencia:
- Las que están causando más debate son las que tienen que ver con la política. Elaborar información falsa para condicionar el voto es algo que ha existido desde casi siempre pero que se ha amplificado a causa de la existencia de esas redes sociales de las que os estamos hablando.
- Podríamos mencionar la enorme cantidad de información falsa que se derivó de un asunto como las vacunas contra el coronavirus. Hasta tal punto llegó esta cuestión que todavía hay mucha gente que considera que las vacunas solo sirven para «controlar a la población».
- Finalmente, están las fake news dedicadas al mundo de la salud. Por suerte, estas se identifican fácil: cualquier información que se publique en relación a la salud y que no venga de un medio especializado o de una empresa que tenga que ver con el asunto es susceptible de ser considerada como falsa.
Una de las ramas de la salud de la que más información podemos encontrar en Internet es la dental. Existe una falta de preocupación general sobre esta rama de la salud. Solo nos preocupa cuando empezamos a sentir dolores o cuando vemos que hay algún diente o muela de nuestra boca que corre peligro de caerse o de partirse. Es en ese momento cuando corremos a Internet para ver qué podemos hacer. Y es evidente lo que podemos hacer: ir al dentista. No hay otra alternativa ni manera de solventar la papeleta en ese momento. Si hay que ir al dentista al menos una vez al año para prevenir la aparición de problemas, es obvio que hay que acudir a su clínica cuando la situación sea más peligrosa.
También solemos buscar en Internet algunas noticias que nos hagan saber si lo que nos pasa a nosotros es normal o no. De ese modo, lo que buscamos es intentar catalogar como «normal» algo que no lo debería ser. Porque, amigas y amigos, la salud dental es algo de lo que deberíamos cuidar de manera diaria. Y, por muchas cosas que veamos en Internet, es evidente que, dependiendo de nosotros este asunto, no podemos escondernos de él ni justificar que no lo hagamos o no lo tengamos en cuenta. Por lo tanto, cualquier cosa que veáis en Internet debe ser vista sobre el contexto de que la salud dental depende en buena medida de la atención que nosotros y nosotras mismas le prestemos.
Hay un montón de fake news en Internet en relación al cuidado de la salud dental… y más concretamente en todo lo que tiene que ver con la caries. Hay que buscar información que sea fidedigna para saber a ciencia cierta cuáles son las realidades en relación a este tema y cuáles son los mitos que rodean a esta cuestión. Hay una serie de mitos que es mejor tener controlados y que se han encargado de desmitificar desde Quintana 1 Dental. Aseguran que la caries no solo aparecen en niños, que no siempre ocasionan dolor, que podemos tener caries incluso aunque no comamos dulces y que, aunque la hayamos tratado, debemos seguir cuidado de la salud dental como se debe, cepillando los dientes tres veces al día y acudiendo al dentista al menos una vez al año para prevenir la aparición de cualquier enfermedad.
Por suerte, y como estáis viendo, Internet también ofrece la posibilidad de que obtengamos información de calidad. Como es lógico, si estamos atendiendo a lo que dice una clínica dental o un medio de comunicación especializado en salud dental, la información va a ser mucho mejor, más veraz. Y eso, en un entorno en el que hay tanta información, es oro puro. Seleccionar lo que vale de lo que no es algo que podemos obtener si atendemos al origen de la información. Es especialmente importante que todos pongamos el foco en esto y focalizándonos en los niños y en los adolescentes, que suelen informarse por redes sociales como TikTok con todos los riesgos que eso lleva asociado.
Datos (reales, por supuesto) que os asustarán en relación a la salud dental en la actualidad
El primero de los datos que queremos destacar procede de la página web especializada Infosalus, así que os podéis fiar. Dice que el 79% de las personas en España ha tenido caries alguna vez. Por tanto, podemos decir que son 4 de cada 5 personas las que pasan por esto. Es una relación muy grande y no cabe la menor duda de que deberíamos hacer todo lo posible para que se viera reducida esa cantidad. Para ello, es evidente que hace falta una mayor conciencia desde que somos pequeños. En caso de que no la tuviéramos, esta cifra no va a parar de crecer. Y, como es lógico, ese es un problema.
El segundo de los datos que queremos compartir procede de otra fuente bastante fiable, como es el caso de la Organización Mundial de la Salud. Esa misma organización alertaba de que el descuido de la salud bucodental afectaba a casi la mitad de la población mundial. No estamos hablando solo de España, sino de todo el mundo. Por tanto, tenemos un montón de trabajo por delante y debemos hacer todo lo posible para tratar de corregir esto. No solo estamos hablando de caries, sino de cualquier problema que tenga que ver con nuestra boca. Así que tenemos que ponernos manos a la obra porque este es un asunto realmente serio.
Debemos tomarnos estos datos como un serio aviso de lo que nos puede pasar si no cuidamos de la salud dental propia y la de nuestros familiares y demás personas cercanas. La salud dental no es un juguete con el que podamos hacer lo que queramos, sino que debemos mantenerla del mejor modo posible para garantizar nuestro bienestar, nuestra calidad de vida. ¿Qué puede haber que tenga más importancia que ese bienestar? Merece la pena cada uno de los esfuerzos que empleemos para hacer de nuestra boca un lugar en el que la salud o la higiene dominen por completo. A veces nos cuesta valorar estos esfuerzos, pero eso es porque solo ponemos en valor la salud dental… cuando nos falta. Y lo mejor es que no nos falte.
Teniendo en cuenta lo importante que es la imagen hoy en día y lo mucho que ayuda el tener una sonrisa bonita para cuidar de esa imagen es algo que también deberíamos valorar para tomarnos en serio un asunto como este. Y tomarnos esto en serio no es algo que solo nos tenga que empujar a lavar nuestros dientes, sino también a buscar información solo en lugares que sepamos que nos van a aportar datos reales. No podemos limitarnos a hacerle una pregunta a Google o a Chat GPT. Mucho cuidado con este tipo de cosas, que en Internet puede escribir cualquiera y eso puede tener efectos de lo más negativos para nuestros intereses.
Hay un dicho muy famoso que viene a destacar que la información es poder. Se ha solido atribuir eso a aspectos como los que tienen que ver con la política. Pero lo que está claro es que, en el caso del que hemos hablado a lo largo de todos estos párrafos, es más que evidente que la información es poderosa a más no poder. Por tanto, hay que obtenerla de la fuente más fiable posible y nunca podemos confiar en cosas que no estén firmadas por entidades y profesionales que se dediquen de una manera íntegra a la rama de la salud de la que hemos estado hablando.