Todos los que tenemos o hemos tenido una tienda sabemos lo importante que es la decoración del establecimiento. Pero, ¿le prestamos toda la atención que se merece? Te comentamos algunos consejos y claves para decorar una tienda.
El interior de un local comercial está destinado a crear experiencias. Se sabe que cuando un cliente está a gusto en un establecimiento, permanece más tiempo dentro de él y aumenta el importe por ticket. En gran medida, parte de esa satisfacción proviene de la decoración de la tienda.
Por otro lado, la decoración del establecimiento forma parte de la marca comercial de la empresa. De ahí, que las cadenas comerciales decoren todas sus tiendas de una forma parecida. Además de ahorrar costes en material, están construyendo una imagen corporativa. La gente identifica que está comprando en tal empresa por los muebles, por la distribución de los espacios y por los colores predominantes en la decoración.
Uno de los objetivos de la marca comercial es que el cliente reconozca la empresa con facilidad. Un ejemplo de ello es la cadena de artículos “Alehop.” Un grupo de tiendas de artículos de consumo a precios reducidos que es reconocida en toda España porque suele exponer una vaca de cartón piedra a la entrada de todas sus tiendas.
Además de que la tienda deba ser cómoda y reconocible para el público, no nos olvidemos de que es un lugar de trabajo. Debe ser operativa para los trabajadores. Como nos dicen los interioristas de Bayeltecnics, un estudio de interiorismo de Barcelona con más de 20 años de experiencia decorando viviendas y locales comerciales, en el caso de una tienda es importante combinar la identificación de la empresa con la operatividad. Estos son algunos consejos para afrontar la decoración de un local comercial.
Seis tips importantes.
La decoración de una tienda es la primera impresión que transmitimos a los clientes. Si ofrecemos un producto bueno, pero nuestra tienda no invita a entrar, no lograremos venderlo. De ahí lo importante que es la decoración de los locales comerciales. En este sentido, la Escuela de Barcelona de Diseño nos presenta algunos consejos a tener en cuenta. Estos son los 6 más destacados.
- Define que quieres transmitir con tu tienda. Antes de empezar a amueblar un local debemos hacer el ejercicio de preguntarnos: ¿Qué objetivo buscamos? ¿Qué mensaje queremos transmitir? Si estamos vendiendo un producto que consideramos innovador, aunque sean lámparas, debemos dar a la tienda un aire moderno, futurista. Mientras que si lo que queremos es poner en valor la tradición, aunque sea una pastelería, no vendría bien inspirarnos en la decoración de las viejas tahonas tradicionales.
- El logotipo debe tener un lugar privilegiado en la decoración. Si lo piensas bien, es lógico. El logo es el primer elemento identificativo de la marca. Es lo que reconoce el público o lo que aspiramos a que reconozca. Un logotipo colocado estratégicamente tanto en la fachada como en el interior del local, contribuye a dar personalidad al establecimiento, a transmitir los valores de la empresa y atrae a los clientes.
- Utiliza los colores corporativos. Al decorar el interior de un local comercial, no solo debemos pensar en utilizar una paleta de colores armoniosa, también debemos plasmar nuestra seña de identidad. Los colores corporativos también crean marca. Estos colores no solo deben estar presentes en el logotipo, también en el interior de la tienda. En la decoración de las paredes o en el color de los muebles.
- Distribuye los espacios para que sean prácticos. Si tienes la tienda decorada de forma impresionante, pero el lugar no es práctico, no va a funcionar. Aquí debemos tener en cuenta dos aspectos. Que sea cómodo para los clientes y operativo para los empleados. Es importante que el local deje pasillos amplios para que los clientes se puedan mover con tranquilidad, que puedan otear el género o que puedan relajarse y estar distraídos hasta que se les atienda. Igualmente, la tienda debe ser practicable para el personal. No debemos olvidarnos nunca que un local comercial es un centro de trabajo.
- Elige bien los muebles. Elegir bien los muebles de un local comercial no es tarea sencilla. Debemos conjugar varios aspectos. En primer lugar debe estar en consonancia con el mensaje que queremos transmitir. Si queremos indicar que nuestra marca es moderna e innovadora, deberemos utilizar muebles de diseño. Si introducimos un mobiliario más clásico estamos dando un mensaje contradictorio. Por otro lado, eso que antes habíamos hablado del carácter funcional, se traduce también en los muebles.
- El cliente debe sentirse mimado por la decoración. Al final, la experiencia del usuario es la que va a marcar el éxito en la decoración de la tienda. En este sentido, debemos pensar cómo actúa nuestro cliente tipo y adelantarnos a sus necesidades. Si tenemos, por ejemplo, una tienda de calzado deportivo, al cliente le gustará ver toda la gama de zapatillas que tenemos antes de que se incline por una de ellas. Debemos prepararle todo un recorrido como si se tratara de una exposición. Al mismo tiempo, si ofrecemos calzado para diferentes deportes, no estaría de más, que la exposición se clasificara por disciplinas. Así, alguien que busca zapatillas de running se dirigirá a una parte de la tienda distinta que otro que busca unas botas de baloncesto.
No hay un estilo único.
Debemos partir que ir de compras es una experiencia; de hecho, para algunas personas es una actividad de ocio. Por tanto, es bueno que el cliente reciba diferentes estímulos visuales y que al final se decida por aquel que más le atraiga o se sienta identificado.
No existe una fórmula mágica para decorar cada tipo de tienda. En un artículo, la revista digital Turium hace un recorrido por algunas de las tiendas de Madrid que más destacan por su decoración. Si nos fijamos un poco, cada una de ellas tiene poco que ver con las otras.
En la zona de Conde Duque, el comercio de moda masculina Sportivo se ha erigido en la tienda preferida por los modernos. Instalada en los bajos de un edificio centenario, nada más entrar en él, te sumerges en un espacio amplio y diáfano, interrumpido solo por finas columnas dóricas, en las que da la impresión de que te encuentras en una antigua sauna romana.
En la calle Serrano se encuentra la tienda de electrónica Wow que destaca por sus piezas de mobiliario de gran tamaño, fabricadas ex profeso para el establecimiento. Actuando como una especie de imán que atrae al público y le conduce a descubrir las últimas novedades que se exponen en las estanterías cercanas.
Con un estilo minimalista y neutro, la tienda del diseñador Jorge Redondo se ha convertido en una de las tiendas más elegantes del barrio de Salamanca. Un paseo por una superficie 120 metros cuadrados, con la iluminación cuidada al detalle, en la que el visitante se siente como si estuviera asistiendo a una exposición de alta costura.
Por el contrario, la tienda de Veja en Madrid, en la calle Fernando VI, ha adoptado la imagen de un viejo taller de artesanos de la capital. Con las paredes de ladrillo a vista, el techo recubierto por un material aislante rugoso y el suelo cubierto con una especie de cemento antideslizante. Un aspecto industrial, pero de la industria de hace 100 años, que no deja indiferente a nadie.
Aprovecha la diferenciación.
Hace muchos años, todos los comercios que vendían el mismo producto u ofrecían el mismo servicio eran iguales. Hoy prima la diferenciación.
Antiguamente todas las barberías de caballero parecían la misma. Tenían un cilindro en vertical blando en la fachada con líneas rojas y azules que trepaban por el rótulo en espiral. Entrabas dentro del establecimiento y veías a mano derecha dos sillones metálicos de barbero tapizados en eskay rojo frente a un espejo que ocupaba todo el ancho de la pared. En la pared opuesta había un sofá y delante una mesita de café con varias revistas o periódicos esparcidos por su superficie. Vista una barbería, vistas todas. Lo mismo sucedía con los estancos o con las farmacias.
Hoy, la manera de diferenciarse de la competencia es ofrecer una imagen diferente. Si la peluquería que me encuentro es igual que la que hay en mi barrio, para eso sigo acudiendo a la misma.
Antes los establecimientos se distinguían por su especialidad. Si acudías a una carnicería, casi todas las carnicerías eran iguales. Si ibas a una zapatería, sucedía lo mismo. Hoy la diferencia se establece por la marca comercial. Cada comercio quiere diferenciarse del competidor. Esto tiene un aspecto democrático. Se abre un abanico de opciones dentro del mismo tipo de tienda y el cliente elige el que más le agrada.
Evidentemente, la decoración no te asegura la clientela. Hay más variables: el servicio, el producto, el precio; pero digamos que la apariencia física atrae nuevos clientes. Por eso, a la hora de decorar tu tienda, no reprimas tu imaginación.
La decoración de una tienda es un factor más que influye en la buena marcha de un negocio.