Solucionar problemas ligados a la salud mental sí es posible hoy en día

Todos los tipos de salud son importantes. La salud física, por supuesto, es elemental para que podamos hacer nuestra vida con normalidad y sin tener que padecer las molestias y dolores causados por una enfermedad o una lesión. Vivir eso no es nada agradable, seguro que todas las personas que estamos en este lugar de Internet lo sabemos, así que ese es el motivo por el que tomamos todo tipo de medidas, ya sean dentro de nuestro entorno laboral o en el ligado a la vida personal. Pero… ¿Qué hay de la salud mental?

Estamos hablando de una cuestión que es básica para nuestro bienestar y de la que, por suerte, se habla cada vez más tanto en conversaciones privadas como en los medios de comunicación. La salud mental es una de las cuestiones que más puede incidir en la vida de la gente, tanto para bien como para mal, así que es conveniente que no dejemos de lado todas sus implicaciones y las maneras que tenemos para poder proporcionar argumentos positivos para ella. De lo contrario, estamos perdidos. Una mala salud mental es uno de los peligros más grandes a los que nos podemos enfrentar en cualquier momento de la vida.

Por desgracia, hay muchos riesgos reales para la salud mental en los tiempos en los que nos encontramos. Seguro que habéis oído hablar de los riesgos que están derivados de asuntos como la ansiedad, la depresión o el estrés. Para cada una de esas cosas, hay un montón de consecuencias y también causas. Y, hoy en día, hay más que nunca.

  • El trabajo es una de las mayores fuentes de problemas mentales. La competitividad en las empresas es más grande que en ningún momento anterior y eso influye en la mente de las personas, sobre todo porque cada vez nos tratan peor como personas y más como números.
  • Puede haber problemas personales que nos conduzcan a padecer problemas de índole mental. El hecho de tener un problema con un ser querido, por ejemplo, puede ser una causa de depresión.
  • La situación económica por la que esté pasando nuestro bolsillo también es una de las causas que nos puede llevar a padecer problemas en la mente. Por desgracia, en España son muchos los ejemplos de personas que han pasado por esta situación.

Los datos de los que disponemos al respecto de estos problemas son verdaderamente alarmantes. He rescatado una noticia que publicó la cadena COPE en su página web y que habla de un total de 4 millones de personas que sufren depresión, mientras que un 15% de la población (que, en términos totales, es una cantidad de gente más grande que la cifra anterior), sufre ansiedad o estrés. Cada cual tiene sus causas y los problemas que ocasionan ese mal estado de salud mental, pero lo cierto es que, con independencia de cuáles sean unas y otros, hay que promover el cuidado de nuestra salud en este sentido. Tanto como el cuidado de la salud física.

Como consecuencia del aumento de la conciencia que existe en relación a la necesidad de cuidar de la salud mental, hay muchas cuestiones que ya podemos implementar para tratar de conseguir una mejora en lo que respecta a nuestro estado de salud mental. Hay más especialistas que nunca en este sector y eso es realmente positivo para la población en los momentos que corren. Muchas personas hubiesen dado muchas cosas por el hecho de haber podido contar con alguno de estos especialistas en algún momento de su vida, pero es cierto que hablamos de una profesión típica del siglo XXI, no de los anteriores.

Existen muchas terapias y técnicas para solucionar problemas de índole mental. A medida que vamos adquiriendo conciencia sobre este asunto, van apareciendo nuevas maneras de combatir el estrés, la ansiedad o la depresión. Solo debemos echar un pequeño vistazo a la web de Psicoarmonía Emocional para explorar algunas de ellas, como pueden ser la terapia de vuelta a tu ser, técnicas de relajación, terapias de gestión del control, terapias de desbloqueo emocional, para enfrentar a los miedos… Saber que hay vías para luchar contra las cadenas que nos impiden movernos es muy útil y es lo que necesitan tantos millones de personas en este preciso instante.

¿A cuántas personas le habrá ayudado el saber esto? Estamos convencidos de que a muchas. Hay más personas de las que creemos que pasan por una mala situación mental… y que incluso lo desconocen. El hecho de sentirse ayudada en este entorno es algo realmente satisfactorio y que va a marcar la diferencia entre ser feliz y no serlo. Por tanto, es una obligación moral que se presten estos servicios para que nadie se quede al margen. Es más que probable que todos y cada uno de quienes estamos aquí pasemos por una situación similar en algún momento de la vida.

No descartemos a nadie. La procesión, muchas veces, va por dentro. Hasta la persona más sonriente puede estar pasando algún problema en este sentido. Y ni que decir tiene que nadie haga cábalas ligadas a la salud mental y la edad de la gente que “puede” o “no puede” padecer una mala situación en ese sentido. Está estudiado que los niños padecen cada vez más los efectos de una mala salud mental (recordad que, entre otras cosas, hay bullying en muchos centros educativos) y que los ancianos pasan por lo mismo, sobre todo porque esa es una etapa de la vida en la que se suelen tener episodios de soledad.

Una enemiga más: la falta de autoestima 

Muchos de los problemas mentales de los que existen pueden derivar en un problema como lo es la falta de autoestima. Cuando pasamos por momentos de depresión, de estrés o de ansiedad, es bastante fácil que dejemos de confiar en nosotros y nosotras mismas. Creemos tener motivos para ser negativos y, por ende, no nos sentimos capaces de desarrollar un determinado tipo de actividad o de conseguir alguna de las cosas que nos hayamos marcado como objetivo.

Una noticia publicada en la página web de El Periódico habla de los cinco problemas de autoestima más comunes y que creo que deberíamos conocer, sobre todo a fin de que los podamos identificar tanto en nuestro caso como en el de alguna persona de nuestro círculo cercano:

  • Culpabilidad. Cuando creemos que somos los responsables de una situación que no es positiva, aparecen claros síntomas de falta de autoestima que nos pueden impedir tomar alguna decisión futura. Lo cierto es que no es una decisión racional que una acción posterior nos tenga que salir mal porque una anterior no haya sido positiva.
  • Pensamientos negativos. No solo se limitan a lo que pensamos sobre nosotros mismos, sino a todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, incluidas las personas que pueden ser de nuestra máxima confianza.
  • Sumisión. Cuando tratamos de agradar y de caerle bien a otras personas, creemos que esta va a ser siempre la mejor estrategia. Y lo cierto es que no tiene necesariamente que ser así. Depende del tipo de persona que tengamos delante.
  • Complejos. Está claro que ninguna de las personas que nos encontramos sobre la faz de la Tierra somos perfectas. Tenemos imperfecciones, algo lógico y normal, pero tendemos a centrarnos en ellas y no tanto en las cosas en las que destacamos para bien. Eso hace que aparezcan los complejos.
  • Compasión. Cuando se liga de alguna manera con la baja autoestima, lo que está sucediendo es que nos estamos victimizando. En este tipo de casos, solo hay lugar para la queja.

Siempre digo que debemos tener confianza en nosotros mismos y en todas las capacidades que tenemos y que vamos adquiriendo con el paso de los años. Sin embargo, es verdad que hay gente a la que esto le cuesta más, o que ha tenido experiencias que le han llevado a posicionarse en el lado de la baja autoestima. Estas cosas, a día de hoy, tienen solución. Hay manera de trabajarlas y de conseguir que se tornen en ventajas para nuestros intereses. Eso sí: no vamos a poder aspirar a eso de otro modo que no sea con ayuda profesional. Tenedlo claro.

Nos encontramos en una situación bastante peligrosa en lo que respecta a la salud mental de la gente. El mundo ha cambiado mucho en los últimos años y no necesariamente ha sido a mejor. El desarrollo de la tecnología ha tenido un elemento perverso que ha consistido en la mayor dificultad para desconectar de según qué aspectos negativos para nuestra mente. Y no solo la tecnología: sino la avaricia y la impaciencia con la que vivimos a día de hoy. Lo queremos todo y lo queremos ya. Es necesario ponerle un control a ese tipo de cosas porque nos pueden jugar una mala pasada en cualquier momento. Cuidar de la salud mental es necesario y, eso sí, ahora es más fácil que nunca. Aprovechemos esa oportunidad al máximo.

 

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